La segunda mitad de la quinta temporada de 'The Walking Dead' no ha dejado indiferente a nadie. El último capítulo prometía recoger todo lo sembrado en los últimos episodios, carentes de ritmo y contenido. Pues bien, el capítulo número 16 titulado 'Conquer', no ha cerrado el círculo, lo ha abierto. Los guionistas han decidido que esta temporada no terminara con un espectáculo de zombies y muertos como las anteriores, si no el inicio de la guerra entre el grupo y los Lobos.
Los productores prometieron ver la mejor temporada de la serie y para un servidor no ha sido así, sobre todo por lo visto en estos últimos ocho episodios.
'The Walking Dead' ha dado los primeros síntomas de no saber hacía dónde ir, síntomas ya vistos en 'Lost' o en 'Prison Break' por poner dos ejemplos que vienen rápidamente a la memoria. La batalla que se avecina con los Lobos podría ser parecida a la mantenida por el grupo y el Gobernador en las estupendas tercera y cuarta temporada, o la guerra librada en la terminal en el inicio de esta quinta.
'The Walking Dead' ha dado los primeros síntomas de no saber hacía dónde ir, síntomas ya vistos en 'Lost' o en 'Prison Break' por poner dos ejemplos que vienen rápidamente a la memoria. La batalla que se avecina con los Lobos podría ser parecida a la mantenida por el grupo y el Gobernador en las estupendas tercera y cuarta temporada, o la guerra librada en la terminal en el inicio de esta quinta.
Pero no todo va a ser malo, la serie ha recuperado a un antiguo personaje que dará mucho juego, la locura alcanzada por algunos de los personajes en esta quinta temporada animará el inicio de la sexta (Rick, Sasha y Gabriel) y para terminar, en verano nos llega el spin-off de la serie, 'Fear The Walking Dead':
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